AMEMONOS LOS UNOS A LOS OTROS
Un grupo juvenil debe ser como un cuerpo. Si una mano se da una herida, todo el cuerpo se siente triste porque ha sentido el dolor.
Si tu perteneces a un grupo juvenil y no has comprendido su significado. Comienza ahora. Comprende que si uno de tus hermanos en Cristo esta triste, está molesto contigo o alguien más, da o das mal testimonio, te mira o lo miras con indiferencia, siembra o siembras división; pues el grupo que es el cuerpo ya no funciona bien ese pequeño problema debilita al cuerpo como lo hace la herida en la mano.
Para que tú te sientas bien y seas feliz, debes buscar primero la felicidad de otros, esfuérzate para que haya armonía en tu grupo, este no es un deber que corresponde solo a los dirigentes o pastores, sino que también es deber de cada uno de los miembros del grupo.
Cada día que Dios te regala tú tienes que vencer obstáculos, aprender algo nuevo, reparar errores y disminuir la cantidad de pecados que cometes.
No esperes que los demás lo hagan, toma tú la iniciativa y veras como todos notan el cambio. Tú puedes ser un instrumento de Dios para que otros cambien.
San Pablo decía: Me desgasto y me desgastare por el bien de las almas.
Porque no seguir su ejemplo y trabajar por nuestros jóvenes. Jóvenes ayudémonos!!!
ACEPTA TÚ CRUZ
Estaba Jesús y Pedro conversando… De pronto Pedro se quejo porque su cruz era demasiado pesada…
“¿No crees Señor que me has dado una cruz muy grande?”, le dijo al tiempo que agrego: “Es cierto que te negué pero también es cierto que te quiero mas que los otros apóstoles.”
Y Jesús le contesto, “¡Pedro! Debo decirte dos cosas: la primera es que no soy yo quien fabrica las cruces para los hombres. La segunda es que tú debes ser más generoso, Si es cierto que me quieres más que los otros, si me quieres más, no te quejes.
Pedro mortificado trato de explicarle a Jesús: “Señor, quizás no me expliqué; yo no te pido que me quites la cruz, sino que, por favor, me des una cruz mas liviana, uan cruz como la de los otros apóstoles.
El Señor se conmovió y le dijo a Pedro: “Me has convencido. Acompáñame para que tú escojas, para que tú mismo escojas la cruz que te convenga o te guste. “Y llevo a Pedro a una enorme bodega donde estaban almacenadas las cruces de todos los hombres.
Pedro se quito la cruz de encima la tiro en un rincón y comenzó a buscar. Se probó varias cruces, pero todas tenían algún inconveniente. Unas eran muy pequeñas, otras muy grandes, otras muy delgadas o largas. Pedro busco y busco una cruz apta para sus hombros.
Entre tanto Jesús sonreía. Finalmente, Pedro encontró una cruz tirada en un rincón, cerca de la entrada. La cargo sobre sus hombros y exclamo:”¡Señor!, Ya no te rías tanto, ya vez que si encontré una cruz que me conviene. Aquí esta.”
Entonces Jesús se sonrió con mas ganas y dijo: “Pedro, has escogido la verdadera cruz, la que mas te conviene. Son darte cuenta te has echado al hombro la misma cruz que tiraste al entrar.”
Y Jesús concluyo: “no soy yo quien fabrica las cruces para los hombres, pero no te imaginas con cuanto cuidado y amor trato de que cada cruz corresponda a los hombros, a las fuerzas y al corazón de cada hombre, es que yo se muy bien, por experiencia, lo que es cargar con una cruz.”
Se necesita valor para entender que no podemos cambiar todo lo que somos. Hay cosas que dependen de que nos esforcemos para cambiarlas…. Paro hay muchas mas que nunca cambiaran. ¡Que importante es saber captar la diferencia!
Hay que aceptarnos como somos. Hacer nuestro mejor esfuerzo por cambiar… pero aceptar con paz los resultados que no son siempre los que quisiéramos.
Acéptate como eres. Carga con tú cruz que te a tocado llevar. Pero cárgala con amor y harás que sea liviana en tu vida. …
No hay comentarios:
Publicar un comentario